Tradicionalmente se utilizaban cables coaxiales para implementar sistemas de seguridad CCTV, pero en la actualidad hay nuevas alternativas que presentan otras posibilidades. ¿Cuál es la que más se adapta a los requerimientos específicos de los sistemas que cada cliente tiene?
Si bien tradicionalmente se utilizaban cables coaxiales para las aplicaciones de videovigilancia, en la actualidad hay otros medios que se emplean para este tipo de implementaciones. Entre ellos, por ejemplo, los cables UTP y la fibra óptica. Pero ¿cuál es la diferencia entre cada tipo de cable y cuándo uno es más apropiado que otro?
El cable coaxial ha sido el estándar para las transmisiones de video. Entre las características que lo hacen apropiado para las transmisiones de hasta 500 metros, se puede mencionar que no necesita adaptadores, puede transportar señales de video y funciones pan-tilt-zoom (ptz) y ofrece baja atenuación y resistencia a las interferencias producidas por emisiones electromagnéticas (EMI).
Los cables de cobre de pares trenzados o UTP son nuevos en la industria de CCTV pero son los elegidos para las redes de cableado estructurado. Por eso están encontrando un rol importante en los sistemas de seguridad integrados, donde por la misma red se transportan señales de video, alarmas, control de acceso y seguimiento de activos.
Este tipo de cables puede mejorar la performance de transmisión ya que reduce y protege contra las interferencias EMI. Como contrapartida, requiere conversores de medios para transportar las señales de video analógicas y no todos los conversores permiten las funciones ptz.
De todos modos, los cables UTP ofrecen una buena performance en aplicaciones de hasta 300 metros. Además, una de las ventajas que otorga es que permite que muchas cámaras sean routeadas a un hub activo en el cual son multiplexadas y enviadas a una sala de control, por un único cable de cobre de pares múltiples. Por eso también son apropiados en instalaciones de cámaras de alta densidad en las cuales el espacio es acotado.
Por último, la fibra óptica es liviana, de diámetro pequeño y no se ve afectada por interferencias EMI. La fibra multimodo puede transportar señales hasta 2 kilómetros mientras que la monomodo lo puede hacer hasta 96 kilómetros. Por eso es apropiada para aplicaciones externas y, si el costo no es un problema, es el mejor medio para CCTV. De todos modos, necesita un conversor de medios.
En pocas palabras, para decidir qué cable es más apropiado, hay que tener en cuenta tres factores principales: distancia de transmisión, calidad de señal y costo. De acuerdo a un estudio comparativo realizado por Commscope, a 150 metros, el cable coaxial presenta una performance considerablemente mejor en distribución de calidad a los monitores y las videograbadoras. A 300 mteros, el cable coaxial ofrece mejor performance que el UTP. A 900 metros, la performance del cable coaxial es similar a la del cable UTP y a 1.200 metros, la mejor alternativa es la fibra óptica.
Si desea obtener más información sobre las posibilidades que brindan los cables desarrollados por Commscope y cómo incluirlos en su oferta, puede comunicarse con un representante comercial de Anixter, en su localidad